Por medio del blog LabJournal me enteré de que Jaime Maussan (o Jaime Mausan) lanzó un reto que pretende demostrar que los círculos de los campos sembrados no pueden ser explicados en su totalidad como manufactura humana. Digo que lo pretende, porque el reto me parece enfocado a mostrar que quienes criticamos sus afirmaciones lo hacemos sin conocimiento de causa, ya que el prestigiado científico e investigador es él, y no nosotros.
El reto consiste en elaborar una figura en algún campo sembrado, bajo condiciones que, según afirma, son las que ocurren en Inglaterra, en donde estas figuras han surgido y se han presentado recientemente.
Básicamente, las condiciones consisten en elaborar una de tres figuras propuestas, según Jaime, por su relación con la cultura maya (con la que ya mencionó Edgardo que no tienen ninguna relación), aunque yo sospecho que fueron escogidas por su complejidad; durante una noche, sin luz artificial en el rango visible, con un diámetro de 80 a 120 metros, corriendo con la responsabilidad de los permisos y en un plazo del 4 de Septiembre al 3 de Noviembre. El premio a quien lo logre es de 100,000 pesos. En el cierre de su convocatoria, Maussan no olvida preguntar que, si nadie responde al reto o no se obtienen resultados aceptables [quienes lo criticamos] ¿Qué excusa vamos a utilizar?
Esto es por demás divertido y no puedo evitar hacer comparaciones con el mago y escéptico norteamericano James Randi. Para quienes no lo conozcan, Randi es famoso, entre otras cosas, por haber lanzado un reto para desacreditar a quienes hacen algunas afirmaciones relacionadas con la posesión de facultades parapsicológicas y que básicamente consiste en ofrecer un millón de dólares a la persona que logre demostrar, bajo condiciones controladas y acordadas por ambas partes, contar con dichas facultades especiales.
Fuera de que Maussan ofrece dinero y establece las reglas, no hay ninguna otra similitud entre su desafío y el de Randi, aunque sí hay, en cambio, muchas diferencias.
La primera diferencia que salta a la vista es el monto de dinero ofrecido, que en el caso de Maussan, es menos del 1% de lo ofrecido por Randi. La segunda diferencia es el tiempo disponible para la ejecución del reto. Randi no establece ningún límite de tiempo a su reto, lo cual me parece razonable, al no existir ninguna razón para que una hipótesis no pueda ser demostrada en cualquier momento ni para que una investigación deba tener fecha límite impuesta, a menos que existan razones de financiamiento de la misma (o que la naturaleza misma del fenómeno lo amerite), el cual no es el caso. Los gastos y riesgos corren por cuenta de quien acepta el reto, con excepción de la atestiguación por parte de algún enviado del equipo de Maussan y su camarógrafo.
Pero ¿Por qué son tan importantes el tiempo y el dinero?
El fondo del tema consiste en que la aparición de los crop circles han dado lugar a muchas especulacion
es, entre las que no puede faltar la de una supuesta manufactura por seres venidos de otros mundos. Según Maussan, si nadie acepta el desafío, eso va a significar que no estamos dispuestos a demostrar que las figuras pueden ser hechas por tristes y vulgares seres humanos nacidos en este planeta, con lo que él estará en libertad de afirmar cualquier chabacana teoría sobre el origen de esas figuras.
Sin embargo, la demostración de la manufactura humana de las figuras de Inglaterra no necesita de retos sesgados ni cosa parecida. En Inglaterra existe la organización Circle Makers, que se dedica exactamente a hacer ese tipo de cosas. Si Jaime de verdad, como dice, pretende buscar la verdad, no tiene mas que trasladarse a Inglaterra y concertar una cita con los miembros de Circle Makers, para documentar la elaboración de esas figuras y convencerse en forma directa y sin necesidad de recurrir a procedimientos tan tortuosos como es pretender que algún detractor se convierta en un experto de la noche a la mañana, sólo para evitar que siga haciendo sus afirmaciones absurdas.
La alternativa, para el malvado escéptico inexperto, sería invitar a algunos miembros de Circle Makers a venir desde Inglaterra para hacer lo que el honesto investigador Maussan está solicitando. Pero esto presenta un inconveniente: habría que, por lo menos, pagarle a los ingleses los gastos de traslado (2300 dólares norteamericanos viaje redondo por persona), hospedaje (200 dólares norteamericanos por noche por persona, yo gastaría menos pero a los expatriados del primer mundo no les gusta pasar incomodidades cuando vienen al tercero), alimentación (no los puedes llevar a comerse unos tacos callejeros), los pagos al propietario del terreno (los bienes distintos a la tierra no son gratuitos, como puede comprobar cualquiera que se de una vuelta por el mercado), y otros que surjan (y que puedo apostar a que surgirán), los cuales tendrían que deducirse de los 100,000 pesos del premio. Pero además, las bases están establecidas de tal manera que el cumplimiento de los requisitos queda al arbitrio del convocante, con lo que no existe manera de asegurar que los cien mil pesos serán cobrados. Me parece que el cacareado reto puede llegar a ser un muy mal negocio para quien lo recoja. Yo pediría que, por lo menos, las condiciones fueran pactadas de común acuerdo entre las partes y atestiguadas por Luis Carlos Ugalde, quien me parece algo más confiable que Maussan.
El tiempo es otro tema. Los detractores de Maussan y sus similares son personas ocupadas en otras actividades, ya que la crítica escéptica no es negocio. En cambio aventurar afirmaciones extraordinarias sí es un negocio que deja, por lo menos, lo suficiente para vivir de ello y sostener un programa en la televisión y en muy buen horario. No conozco los detalles comerciales de los medios de comunicación, pero a juzgar por la reciente discusión legislativa sobre las facultades de la radio y televisión en los procesos electorales, asumo que el negocio de la televisión nacional es algo mayor a cien mil pesos.
Así es que, yo considero que, si el plan del señor Maussan es, a partir del 4 de noviembre empezar a presumir por todos los medios a su alcance (que son muchos) que nunca ha estado equivocado y que los que lo critican no pudieron hacer algo tan sencillo como un dibujo pseudomaya en un campo sembrado bajo sus condiciones; que si lo que en realidad le interesa es, como afirma, conocer la verdad, lo más ético es que se ponga en contacto con Circle Makers o con algún otro de los ingleses que afirman ser capaces de hacer los círculos (sin ayuda extraterrestre) programe un viaje equipado a Inglaterra y haga un reportaje de verdad.
Pero si eso es pedir demasiado entonces, sería mejor que por lo menos estableciera su reto en términos similares a los del de Randi, tanto en monto, tiempo y transparencia en el pactado de las condiciones.
El reto consiste en elaborar una figura en algún campo sembrado, bajo condiciones que, según afirma, son las que ocurren en Inglaterra, en donde estas figuras han surgido y se han presentado recientemente.
Básicamente, las condiciones consisten en elaborar una de tres figuras propuestas, según Jaime, por su relación con la cultura maya (con la que ya mencionó Edgardo que no tienen ninguna relación), aunque yo sospecho que fueron escogidas por su complejidad; durante una noche, sin luz artificial en el rango visible, con un diámetro de 80 a 120 metros, corriendo con la responsabilidad de los permisos y en un plazo del 4 de Septiembre al 3 de Noviembre. El premio a quien lo logre es de 100,000 pesos. En el cierre de su convocatoria, Maussan no olvida preguntar que, si nadie responde al reto o no se obtienen resultados aceptables [quienes lo criticamos] ¿Qué excusa vamos a utilizar?
Esto es por demás divertido y no puedo evitar hacer comparaciones con el mago y escéptico norteamericano James Randi. Para quienes no lo conozcan, Randi es famoso, entre otras cosas, por haber lanzado un reto para desacreditar a quienes hacen algunas afirmaciones relacionadas con la posesión de facultades parapsicológicas y que básicamente consiste en ofrecer un millón de dólares a la persona que logre demostrar, bajo condiciones controladas y acordadas por ambas partes, contar con dichas facultades especiales.
Fuera de que Maussan ofrece dinero y establece las reglas, no hay ninguna otra similitud entre su desafío y el de Randi, aunque sí hay, en cambio, muchas diferencias.
La primera diferencia que salta a la vista es el monto de dinero ofrecido, que en el caso de Maussan, es menos del 1% de lo ofrecido por Randi. La segunda diferencia es el tiempo disponible para la ejecución del reto. Randi no establece ningún límite de tiempo a su reto, lo cual me parece razonable, al no existir ninguna razón para que una hipótesis no pueda ser demostrada en cualquier momento ni para que una investigación deba tener fecha límite impuesta, a menos que existan razones de financiamiento de la misma (o que la naturaleza misma del fenómeno lo amerite), el cual no es el caso. Los gastos y riesgos corren por cuenta de quien acepta el reto, con excepción de la atestiguación por parte de algún enviado del equipo de Maussan y su camarógrafo.
Pero ¿Por qué son tan importantes el tiempo y el dinero?
El fondo del tema consiste en que la aparición de los crop circles han dado lugar a muchas especulacion

Sin embargo, la demostración de la manufactura humana de las figuras de Inglaterra no necesita de retos sesgados ni cosa parecida. En Inglaterra existe la organización Circle Makers, que se dedica exactamente a hacer ese tipo de cosas. Si Jaime de verdad, como dice, pretende buscar la verdad, no tiene mas que trasladarse a Inglaterra y concertar una cita con los miembros de Circle Makers, para documentar la elaboración de esas figuras y convencerse en forma directa y sin necesidad de recurrir a procedimientos tan tortuosos como es pretender que algún detractor se convierta en un experto de la noche a la mañana, sólo para evitar que siga haciendo sus afirmaciones absurdas.
La alternativa, para el malvado escéptico inexperto, sería invitar a algunos miembros de Circle Makers a venir desde Inglaterra para hacer lo que el honesto investigador Maussan está solicitando. Pero esto presenta un inconveniente: habría que, por lo menos, pagarle a los ingleses los gastos de traslado (2300 dólares norteamericanos viaje redondo por persona), hospedaje (200 dólares norteamericanos por noche por persona, yo gastaría menos pero a los expatriados del primer mundo no les gusta pasar incomodidades cuando vienen al tercero), alimentación (no los puedes llevar a comerse unos tacos callejeros), los pagos al propietario del terreno (los bienes distintos a la tierra no son gratuitos, como puede comprobar cualquiera que se de una vuelta por el mercado), y otros que surjan (y que puedo apostar a que surgirán), los cuales tendrían que deducirse de los 100,000 pesos del premio. Pero además, las bases están establecidas de tal manera que el cumplimiento de los requisitos queda al arbitrio del convocante, con lo que no existe manera de asegurar que los cien mil pesos serán cobrados. Me parece que el cacareado reto puede llegar a ser un muy mal negocio para quien lo recoja. Yo pediría que, por lo menos, las condiciones fueran pactadas de común acuerdo entre las partes y atestiguadas por Luis Carlos Ugalde, quien me parece algo más confiable que Maussan.
El tiempo es otro tema. Los detractores de Maussan y sus similares son personas ocupadas en otras actividades, ya que la crítica escéptica no es negocio. En cambio aventurar afirmaciones extraordinarias sí es un negocio que deja, por lo menos, lo suficiente para vivir de ello y sostener un programa en la televisión y en muy buen horario. No conozco los detalles comerciales de los medios de comunicación, pero a juzgar por la reciente discusión legislativa sobre las facultades de la radio y televisión en los procesos electorales, asumo que el negocio de la televisión nacional es algo mayor a cien mil pesos.
Así es que, yo considero que, si el plan del señor Maussan es, a partir del 4 de noviembre empezar a presumir por todos los medios a su alcance (que son muchos) que nunca ha estado equivocado y que los que lo critican no pudieron hacer algo tan sencillo como un dibujo pseudomaya en un campo sembrado bajo sus condiciones; que si lo que en realidad le interesa es, como afirma, conocer la verdad, lo más ético es que se ponga en contacto con Circle Makers o con algún otro de los ingleses que afirman ser capaces de hacer los círculos (sin ayuda extraterrestre) programe un viaje equipado a Inglaterra y haga un reportaje de verdad.
Pero si eso es pedir demasiado entonces, sería mejor que por lo menos estableciera su reto en términos similares a los del de Randi, tanto en monto, tiempo y transparencia en el pactado de las condiciones.